EL BUEN TRATO, MANIFESTACIÓN
DE LA CONVIVENCIA ARMÓNICA
La convivencia se refiere
al entramado de relaciones interpersonales que se establece entre los miembros
de un colectivo, se constituye entonces como una necesidad básica de los seres
humanos, que se fundamenta sobre la interdependencia histórica, social y
cultural.
desde el vientre materno los
bebes establecen una relación directa con su madre, quien se encarga de
brindarle amor, cuidado y protección
durante la etapa de gestación; inmerso en una cultura, el bebe al nacer,
se configura como heredero natural de significados, constructos sociales, y
demás manifestaciones culturales; paulatinamente, en la medida que los niños y
las niñas aprehenden su realidad, potencian
su capacidad de sentir, pensar, de ser en el mundo y actuar por sí mismos, reconociéndose
como parte de una sociedad por lo que es fundamental iniciar acciones de buen
trato hacia sí mismos, hacia los demás, hacia su entorno, etc., de modo que el
logro de la autonomía haga parte del desarrollo integral del niño (a).
El buen trato se
manifiesta a partir de la comprehensión del otro, no solo dando caricias, dialogando
y sintiendo que se es querido por la sociedad, sino además brindando cuidado
físico y construyendo con niños y niñas significados en función de una sana
convivencia, de una convivencia armónica; es decir, ofreciéndole todos los elementos necesarios para que su desarrollo integral sea
el más adecuado. Ahora pues, es necesario ser prudentes cuando existen
casos de los niños y/o niñas que se sienten reprimidos y rechazados, se debe
permitir que los niños y las niñas se sientan libres, autónomos en la toma de
sus propias decisiones, seguros de sí mismos, aunque sin caer en actitudes
permisivas
Como estrategia útil en
la práctica de las acciones de buen trato es importante el dialogo en los
diferentes entornos donde se desenvuelve el niño o/y niña como: familia,
escuelas, para que haya una buena relación y se puedan solucionar los
inconvenientes que se presenten.
Lo anterior nos lleva a
reflexionar sobre las relaciones que se establecen con los niños y las niñas,
que pone de manifiesto interrogantes alrededor de las prácticas de buen trato
que se establecen en cada contexto ¿realmente son significativas? y ¿son
entendidas por los menores como lo que son?, o ¿acaso ellos las interpretan de
manera diferente para escudar algunas conductas hacia los demás?, ó es acaso
que, ¿niños y niñas entienden que además de preocuparse por sí mismo también
deben preocuparse por el bien común?
Según el texto Equipo
Familia–Escuela Programa de las 900 Escuelas Ministerio de Educación “Es
importante reflexionar sobre que consideramos buen o mal trato y a su vez, es fundamental conocer que
entienden los niños por buen trato o como expresan el sentirse bien tratados
por los adultos, ya que en algunas ocasiones puede ocurrir que como adultos
creemos que tratamos muy bien a nuestros niños y estos puedan estar sintiéndose
maltratados. Los adultos de una
sociedad tenemos como rol fundamental cuidar y proteger a los más jóvenes.
Padres y educadores, tenemos como responsabilidad dar respuestas a las
necesidades básicas de niños y jóvenes. La manera en que cumplamos nuestros
roles generará en los niños mayor o menor confianza, afecto e independencia”.
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